viernes, 21 de octubre de 2011

EPILEPSIA CON HUMOR: POR ALFREDO

NOTICIAS

A pesar del gran desarrollo de fármacos antiepilépticos, de la posibilidad de resección de focos en pacientes seleccionados y de la estimulación vagal, existe un subgrupo de pacientes con mal control de sus crisis, para estos casos se están llevando a cabo diversas líneas de investigación en busca de nuevas alternativas de tratamiento.

La estimulación cerebral profunda ha surgido como otra posibilidad terapéutica para pacientes que permanecen incapacitados; su utilidad es objeto de varios estudios y aun no se ha establecido su eficacia y seguridad con suficiente evidencia científica. Los experimentos con modelos animales y los estudios preliminares en humanos han demostrado distintos grados de efectividad, es preciso realizar ensayos controlados para establecer conclusiones definitivas sobre su eficacia.
Ref:Rev Neurol 2011; 53 (3):153-164

Fabulación de neuronas

Prisionero de la sociedad

Despertó, miró al despertador quedan cinco minutos para la hora y mientras se va desperezando, sonó la radio que contaba lo que pasaba en el mundo. Se vistió, desayunó y después de llevar a Mario al colegio, fue a la estación compró el bono mensual y el periódico y marchó al trabajo...

Arturo iba repitiendo todos los días una rutina, con la que su vida se iba haciendo monótona, al fin y al cabo el ser humano es un animal, que se diferencia por las relaciones que tiene con los demás.

En el taller, colocado en una cadena de producción, mientras hacía su trabajo, recordaba que después, habían quedado con Rosa y Miguel en ir al bar de Joaquina a ver el partido, pero ¿que hacía con el niño?, en un descanso llamare a Luisa para que ella se adelante, cierre un poco antes la tienda y vaya por la academia a recoger a Mario, se lo deje a la abuela en su casa, antes de ir donde habíamos quedado.

Mientras comía lo que Luisa le puso en el tupper, hablaba con un compañero nuevo que le dijo que estaba separado, y había tenido que cambiar de trabajo porque la jefa era su mujer, y debido a los malos rollos...

En su puesto, mientras terminaba los trabajos del día que tenía acumulados, le dio por pensar, en cambiar los planes de la tarde pues se encontraba muy cansado, pero, en el móvil se había agotado la batería cuando habló con Luisa, y no podía llamar a nadie pues fuera no tenía los números.

Mientras Arturo volvía en el tren, amodorrado, pensaba el en lo cautivo que nos encontramos todos, de las redes que hemos creado.

Pero buscando la parte positiva, recordó a Eduardo el compañero nuevo, con el que comió. Al darle el número, sacó un móvil, que era similar al suyo, y recordando, que también iba en el cercanías, se levanto a buscarle. Le vió al fondo del otro vagón. Mientras se acercaba, oyó que le llamaban por detrás, era Rosa que volvía del centro comercial, e iba a encontrarse con Miguel, Arturo no sabía que decir, no podía inventarse delante de ella una estratagema nueva para poder evitar los planes.

Arturo muy cansado, mientras pasea al perro, se da cuenta de lo atrapado que esta por la sociedad, y, en la mitad de la vida, ve una larga monotonía. Mirando al perro siente envidia, pues con poco se conforma, y se da cuenta de las vivencias que no disfruta.

Jesús Fernández Marco "El Rabelista".